HUECOS HABITABLES

Hay un hueco habitable
en el cual un día
nos encontraremos.
Podremos recorrer pausadamente
sus calles y sus plazas.
Subir a sus pequeñas torres
y otear el horizonte.
Hay un hueco habitable
en el que la palabra
se hace susurro
y silencio de eternidades.
Hay una luz diáfana
a través de sus espacios
que resguarda de galernas y transmite
el sonido de los pájaros.
Hay un rumor de árboles
entre los módulos que aparta
la pesadilla lejana de las colmenas.
Hay un silencio de pensamiento
con fondo de cascada y una presencia
de mares de espuma blanca.
Hay un hueco habitable
en medio del soñado bosque
para cruzar por él, sentarse, habitarlo
y oír el silencio vivo dejando atrás
tanto espacio muerto.

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Ricardo Ugarte de Zubiarrain (1974)