APUNTES PARA UNA INTRODUCCIÓN ESCULTÓRICA Parte II
por Ricardo Ugarte

El texto que precede fue realizado con motivo de la presentación del proyecto escultórico para la Caja de Ahorros Provincial en su nuevo edificio de la calle Garibay, de la obra en tres plantas “El Aleteo del Espíritu”. Veintiséis años después leo este texto y considero que sigue siendo válido, me falta actualizarlo en el discurrir de estos años en los cuales se han ido sumando a mi trayectoria mas obras en una dinámica de evolución constante.

En 1978 en la exposición individual en la galería Echeverría en San Sebastián es donde se presenta la eclosión de la serie de “Aleteos” donde el módulo se abre totalmente aletea sobre el espacio y converge paralelamente con el movimiento que aparece en la serie de “Balanceos” serie pendular que en algunos casos concita varias referencias de mi investigación en una misma obra, es el caso de la viga o doble T que actúa como soporte de la obra y en donde la parte intermedia anida una serie de módulos de la serie de Huecos Habitables del cual emerge en balanceo una varilla acerada con la referencia del aleteo.

En esta exposición junto con serigrafías en las cuales hay referencias escultóricas aparece una Homenaje al poeta Gabriel Aresti en la cual forma y letrismo marcan ya el inicio que posteriormente iré desarrollando en mi poesía visual. Ese mismo año había participado con mi Aleteo de la Libertad en la Primera Trienal de Escultura en Paris, con una significativa representación de escultores del Estado Español como Andreu Alfaro, Amador, Martín Chirino, Feliciano, Lorenzo Frechilla, Eusebio Sempere, Pablo Serrano, Salvador Soria, Jose María Subirachs etc.

Inicio posteriormente la serie que denomino “Gaztelus” recuperando la viga o la doble T que en muchas esculturas anteriores aparecía como soporte integrado de “huecos habitables”, “balanceos”, etc. pero que en aquel momento tenía un protagonismo secundario dentro del conjunto de la obra. En ese proceso constante de síntesis redescubro a ese protagonista silencioso y lo traigo a primer plano para valorar plenamente un elemento industrial que en algún caso con una estudiada mínima intervención va a jugar todo su potencial geométrico. Surgen las “escuadras”, los “cartabones”, “la vertical del cielo”, “en el taller”, obras que participarán ya en 1987 en el Centro Cultural de la Villa de Madrid con la exposición “Constructivistas Españoles” y algunos de estas obras participara también en 1990 en la Trienal Internacional de Toyama en Japón. En 1993 alguna de estas obras se conjuntan para realizar una instalación en la plaza Guipúzcoa de Fuenterrabía en homenaje al compañero escultor fallecido Remigio Mendiburu. En esta instalación ocupo de lado a lado de la plaza una secuencia de planchas de hierro cuadrangulares que atravesadas por el eje por una larga viga de doble T va a establecer linealmente un recorrido visual hasta llegar al cartabón que se sitúa y se mide con la pared del fondo.

Anteriormente en 1991 coloco en Wiesbaden (Alemania) como consecuencia de un concurso restringido que gano y que conmemora el décimo aniversario del hermanamiento entre esta ciudad y San Sebastián, un “gaztelu” o “castillo” que reproduce exactamente con una planta de metro por metro el perfil de una gran doble T que se alza con una envergadura de 8 metros y con una serie de referencias alegóricas a las almenas a través de cortes longitudinales.

En 1994 en la exposición que hago en el Museo Barjola de Gijón realizo una instalación en la capilla de este Museo en la cual vuelvo a utilizar las planchas de hierro de 2 x 2 metros con un cuarto de corte lateral en referencia a mis módulos anteriores, planchas que ligeramente elevadas del suelo parecen levitar para conformar en planta una cruz cuyo eje coincide con la bóveda superior. La “Stella Maris” que aparece en primer plano, recipiente férreo cóncavo, conteniendo una masa de agua azulada sobre la cual aparentemente flota una estrella que a su vez en el centro contiene una estrella amarilla de ocho puntas que establece dialogo con otra estrella de las mismas características en el eje superior de la segunda cúpula.

En 1996 aparecen las primeras “proas” es un tema marítimo que retomo y que ya anteriormente desde los primeros “norays”, “las anclas”, “el castillo de popa”, van apareciendo a lo largo de mi andadura, ya en el año 1982 fue motivo de un libro de poesía visual titulado “Itxas-Burni” (Mar y Hierro) y que dan denominación también a un espacio al aire libre en el acantilado frente al mar, en el cual a lo largo de los años lo que antaño fue un terreno baldío hemos ido convirtiendo en una integración de Naturaleza y Escultura. Como decía al principio las primeras “proas” empiezan a surgir de esa recuperación espiritual de las planchas tumbadas de la instalación de Fuenterrabia, planchas con mayor grosor que pliego y que en algunos casos estableciendo todavía unos cortes con referencias de almenas y la introducción de círculos en clara referencia a los “ojos de buey” de los buques.

Una obra de envergadura característica de esta serie de “proas” está situada en el campus de la Universidad Publica de Navarra, “La Proa de la Poesía” que aúna varios aspectos , por un lado rendir homenaje al admirado compañero y poeta visual Joan Brossa de ahí el título y por otro es una pieza que en la parte superior todavía contiene unas referencias almenadas que hace clara alusión a la serie anterior de “gaztelus”. La doble introducción de los “ojos de buey “livianos a diferentes alturas y diámetros, en la parte inferior a escala humana se sitúan también dos grandes “ojos de buey” que horadan las planchas y se comunican visualmente con el paisaje del entorno.

En el año 2000 realizo la “Proa del silencio” en la cual los cortes que conforman esta obra se hacen mas contundentes y sobrios que en las obras anteriores. Obra que realice ex profeso para la exposición que se realizó en la Villa de Salas (Asturias). Escultores gallegos, asturianos y vascos establecimos un diálogo en esta villa medieval de dos tiempos que se encontraban el pasado y el presente de la Escultura Contemporánea en diálogo a través del tiempo. Como representantes de la Escultura Vasca participamos mi compañero y amigo Jorge Oteiza y yo.

En el año 2001 realizo la ultima “proa” hasta ahora , proa monumental que titulo “Tajamar”, en la cual las dos planchas que conforman esta proa se estilizan alzándose hacia el cielo sobre una rotonda ovalada cuyo diseño también realizo configurando una loma que va descendiendo y de cuya parte superior emerge recibiendo a todos aquellos que acceden a la entrada de Lasarte–Oria en Guipúzcoa.

En el 2002 voy al otro extremo de esa nave y surge “Ventana en Popa” plancha de hierro ligeramente curvada en la cual en un lateral recorre un rectángulo en sutil diagonal cual ventana abierta al océano.

Todo lo dicho anteriormente es el reflejo en síntesis de la evolución de mi obra a lo largo del tiempo en la cual la traducción formal de mi Escultura se va acercando a esa difícil síntesis de expresión con un lenguaje conciso y breve producto de la evolución de mi pensamiento estético. Uno cuando empieza su proceso de creación trata a veces de decir muchas cosas en cada obra, la problemática espacial que fluye a través de mis primeras obras serie de “huecos habitables”, la textura del material la sutileza de los pliegues de cada módulo, los acabados, en algunos casos las policromías, la oxidación del propio material en integración con relación al entorno o una policromía detonante como contraste en relación con la trama urbana en que se sitúa la obra. Uno en cada obra va avanzando con signos y gestos nuevos que se van recuperando en las siguientes obras con lo cual se establece un encadenamiento formal a lo largo de todas estas realizaciones que va a establecer un continuo que da coherencia a todo ese discurso que como digo se va sintetizando, se va acercando al silencio.

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*San Sebastián, junio de 2003